Recemos como muestra de amor filial esta oración a Santa María compuesta en el s. XII:
Salve, Reina de los cielos
y Señora de los ángeles;
salve, raíz, salve puerta,
que dio paso a nuestra Luz.
Alégrate Virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
salve, agraciada doncella,
ruega a Cristo por nosotros.
Amén