EXTRACTO DE LA AUDIENCIA GENERAL DEL PAPA FRANCISCO 23 DE OCTUBRE DE 2014
…La Iglesia tiene una naturaleza espiritual: es el cuerpo de Cristo, edificado en el Espíritu Santo.
Pero cuando nos referimos a la Iglesia, inmediatamente el pensamiento va a nuestras comunidades, a nuestras parroquias, a nuestras diócesis, a las estructuras… …también a los componentes y a las figuras más institucionales que la rigen, que la gobiernan. Esta es la realidad visible de la Iglesia.
…¿Se trata de dos cosas diversas o de una única Iglesia? Y, si es siempre la única Iglesia, ¿cómo podemos entender la relación entre su realidad visible y su realidad espiritual?
- …Cuando hablamos de la realidad visible de la Iglesia, no debemos pensar solamente en el Papa, los Obispos, los sacerdotes, las religiosas y todas las personas consagradas.
La realidad visible de la Iglesia está constituida por los tantos hermanos y hermanas bautizados que en el mundo creen, esperan y aman.
Todos aquellos que siguen al Señor Jesús y que, en su nombre, se hacen cercanos a los últimos y a los que sufren, tratando de ofrecer un poco de alivio, de consuelo y de paz. ¡Todos, todos los que hacen lo que el Señor nos ha mandado, todos los que hacen eso son la Iglesia!
Comprendemos entonces que la realidad visible de la Iglesia no es medible, no es conocible en toda su plenitud: ¿cómo se hace para conocer todo el bien que se hace? Tantas obras de amor, tanta fidelidad en las familias, tanto trabajo para educar a los hijos, para llevarlos adelante, para transmitir la fe, tanto sufrimiento en los enfermos que ofrecen su sufrimiento al Señor. ¡Esto no se puede medir! ¡Es tan grande, tan grande!
¿Cómo se hace para conocer todas las maravillas que, a través de nosotros, Cristo logra obrar en el corazón y en la vida de cada persona? Miren: también la realidad visible de la Iglesia va más allá de nuestro control, va más allá de nuestras fuerzas, y es una realidad misteriosa, porque viene de Dios.
- Para comprender la relación en la Iglesia, la relación entre su realidad visible y aquélla espiritual, no hay otro camino que mirar a Cristo…
…En Cristo… …reconocemos una naturaleza humana y una naturaleza divina, unidas en la misma persona en modo admirable e indisoluble. Esto vale en modo análogo también para la Iglesia. Y como en Cristo la naturaleza humana secunda plenamente la divina y se pone a su servicio, en función del cumplimiento de la salvación, así sucede en la Iglesia, por su realidad visible, con respecto a aquélla espiritual.
Por lo tanto, también la Iglesia es un misterio en el cual lo que no se ve es más importante que lo que se ve y puede ser reconocido sólo con los ojos de la fe (cfr Cost. Dogm. sobre la Iglesia Lumen Gentium, 8).
- …¿Cómo puede la realidad visible ponerse al servicio de la espiritual? …podemos comprenderlo mirando a Cristo: Cristo es el modelo… …porque la Iglesia es su Cuerpo.
…Cristo se sirvió de su humanidad -porque también era hombre-, para anunciar y realizar el plan divino de redención y de salvación -porque era Dios-; así debe ser también la Iglesia. A través de su realidad visible, de todo lo que se ve, los sacramentos y el testimonio de todos nosotros cristianos, la Iglesia está llamada cada día a hacerse cercana a cada hombre, comenzando por quien es pobre, por quien sufre y por quien es marginado, de modo que haga sentir sobre todos la mirada compasiva y misericordiosa de Jesús.
…Nuestro testimonio es lo que hace comprender lo que es ser cristiano. Pidamos no ser motivo de escándalo. Pidamos el don de la fe, para que podamos comprender cómo, no obstante nuestra pequeñez y nuestra pobreza, el Señor nos ha hecho realmente instrumento de gracia y signo visible de su amor por toda la humanidad. Podemos convertirnos en un motivo de escándalo, sí. Pero también podemos convertirnos en motivo de testimonio, ser testigos que con nuestra vida decimos: así quiere Jesús que nosotros hagamos.