Oración del viernes
“Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios.“
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor Jesús, te doy gracias por tener unos momentos para estar Contigo. Tú sabes cuanto anhelo ser tu amigo y poder vivir cada vez más cerca Tuyo. Ayúdame a escucharte en el Evangelio y a que este momento de oración dé muchos frutos en mi vida
Acto penitencial
– (Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).
Señor, te pido perdón por haber faltado contra Ti, ya sea por mis omisiones, por mis faltas o pecados. Estoy arrepentido de todo corazón y te prometo esforzarme por no volver a cometerlos nuevamente. Gracias por tu perdón y por tu inmensa misericordia. Yo sé que no lo merezco, pero Tú aún así quieres salvarme. Gracias Señor por amarme tanto.
Lectura Bíblica según el Evangelio del día: ” Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. ” (San Lucas 8,1-3)
Después, Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y también algunas mujeres que habían sido curadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas otras, que los ayudaban con sus bienes.
Lectura espiritual breve
Lee este texto del Papa Francisco que te ayudará a profundizar el sentido del Evangelio.
Les comparto tres palabras: “Caminar, dejarse discipular y anunciar”. “Caminar”: Ustedes saben que le tengo miedo a los cristianos quietos. Terminan como el agua estancada. “Dejarse discipular”: también me dan miedo lo que se creen que “se las saben todas”, los suficientes. Sin darse cuenta van cerrando su corazón al Señor; terminan centrados en sí mismos. Son los cristianos a quienes podríamos llamar “cristianos yo conmigo para mí”.
Cuando uno se encuentra con Jesús vive el estupor maravilloso de ese encuentro y siente la necesidad de buscarlo a Él en la oración, en la lectura de los Evangelios. Siente la necesidad de adorarlo, de conocerlo… y siente la necesidad de anunciarlo. Y esta es la tercera palabra: “anunciar”, es decir ser misioneros, llevar el nombre, la enseñanza, los gestos de Jesús a los hermanos. El cristiano camina, se hace discípulo y anuncia. No está quieto, sale de sí mismo: sale de sí mismo para anunciar la Buena Nueva de Jesús a los hermanos.
Breve meditación personal
– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)
1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
4.-¿Qué me falta para ser más como Él?
Acción de gracias y peticiones personales
Gracias Jesús por esta oración. Gracias por estar conmigo y por ser mi amigo. Ayúdame Señor a ser un discípulo tuyo coherente. No permitas que deje al temor o la quietud entrar en mi corazón, sino que con el auxilio de tu gracia pueda anunciarte con alegría y determinación a todos cuantos me rodean
Amén.
– (Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones).
– Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
– Pidamos la intercesión de nuestra Madre rezando:
Cuando Tú estás junto a mí me siento confiado y seguro.
Tu auxilio maternal me hace experimentar
el calor de tu ternura.
Acompáñame siempre, ¡oh Santísima!
Nunca te alejes de mí, incluso cuando yo
me muestre ingrato; apelo a tu comprensión
y perdón de Madre.
Tu dulce perseverancia será siempre
un ardoroso ejemplo
y un aliciente para mi fidelidad.
Amén.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.