Oración del viernes
Fiesta de San Felipe y Santiago apóstoles
“Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor, sólo Tú sabes cuánto busco seguir el camino que me lleve al encuentro pleno contigo. Te doy gracias porque siempre sales a mi encuentro y me muestras la verdad. Ayúdame en esta oración a conocerte mejor, a entenderte mejor de modo que pueda seguirte y amarte cada vez más.
Acto penitencial
– (Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).
Te pido Señor perdón por mis pecados y por mis omisiones. Estoy realmente arrepentido. Tú siempre estás dispuesto a acogerme y perdonarme. Gracias, Señor, por tu perdón y por tu amistad incondicional.
Lectura Bíblica según el Evangelio del día: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida” (San Juan 14, 6-14)
Jesús contestó: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida. Nadie va al Padre, sino por Mí. Si me conocen a Mí, conoceréis también a mi Padre. Ahora ya lo conocéis y lo habéis visto.” Felipe le dice: “Señor, muéstranos al Padre y nos basta.” Jesús le replica: “Hace tanto que estoy con vosotros, ¿y no me conoces, Felipe? Quien me ha visto a mí ha visto al Padre. ¿Cómo dices tú: “Muéstranos al Padre”? ¿No crees que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí? Lo que yo os digo no lo hablo por cuenta propia. El Padre, que permanece en mí, hace sus obras. Creedme: yo estoy en el Padre, y el Padre en mí. Si no, creed a las obras. Os lo aseguro: el que cree en mí, también él hará las obras que yo hago, y aún mayores. Porque yo me voy al Padre; y lo que pidáis en mi nombre, yo lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si me pedís algo en mi nombre, yo lo haré.”
Lectura espiritual breve
Este texto obispo San Hilario de Poitiers te ayudará a profundizar en el Evangelio:
El Señor no dejó ningún atisbo de duda ni incertidumbre sobre un misterio tan grande… Escuchémosle revelar a los apóstoles todo lo que hay que saber para creerlo: ” Yo soy el camino, la verdad, y la vida. Nadie va al Padre sino por mí. Si vosotros me conocéis, conoceréis también a mi Padre… Quien me ha visto, ha visto también al Padre. Cómo puedes decirme: ¿Muéstranos al Padre? ¿No crees que estoy en el Padre, y que el Padre está en mí? “… Entonces el que es el camino no nos conduce por sendas sin salida o a través de un desierto sin camino; el que es la verdad, no quiere engañarnos con mentiras; el que es la vida no nos dejará en un error que acabaría en la muerte… “Nadie va al Padre sino por mí “: el camino hacia el Padre pasa por el Hijo. Estas palabras, que no esperaba, turban a Felipe. Ve a un hombre, y este hombre afirma ser el Hijo de Dios…; el Señor le dice que ha visto al Padre, y por tanto lo conoce, ya que lo ha visto. La condición limitada de su ser humano no le permite a Felipe comprender tal afirmación… Por eso responde que no ha visto al Padre y le pide al Señor que se lo muestre. El caso es, que no desea contemplarlo con sus ojos corporales, sino que le pide le dé a entender quién es el que ve… Expresa un deseo más bien de comprender que de ver, y añade: “y esto nos basta”.
Breve meditación personal
– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)
1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
4.- ¿Qué me falta para ser más como Él?
Acción de gracias y peticiones personales
Gracias Jesús por esta oración. Gracias por estar conmigo y por reafirmar mi fe. Creo que Tú eres el camino, la verdad y la vida, y quiero esforzarme por cumplir tu Plan para vivir cada día más cerca de Ti.
Amén
– (Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones).
– Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
– Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
Santa María,
Madre del Señor Jesús y nuestra,
obténnos la presencia vivificante
del Espíritu,
y la gracia de andar siempre
por los caminos de Dios.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.