Oración del viernes: “El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama”

Oración del viernes

“El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama”

+  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial

Señor Jesús, reconozco tu presencia en mi vida y te pido me acompañes particularmente en este momento de oración. Ayúdame para que la luz de tu verdad ilumine mi vida.

Acto penitencial

– (Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).

Tú, Señor, lo sabes todo. Sabes que a pesar de que muchas veces me he alejado del buen camino, anhelo estar siempre contigo. Aquí estoy, Buen Señor, dispuesto una vez más a recibir tu perdón y a poner más de mi parte para vivir según tus enseñanzas.

Lectura Bíblica según el Evangelio del día:El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama” (San Lucas 11,15-26).

Pero algunos de ellos decían: “Este expulsa a los demonios por el poder de Belzebul, el Príncipe de los demonios”. Otros, para ponerlo a prueba, exigían de él un signo que viniera del cielo. Jesús, que conocía sus pensamientos, les dijo: “Un reino donde hay luchas internas va a la ruina y sus casas caen una sobre otra. Si Satanás lucha contra sí mismo, ¿cómo podrá subsistir su reino? Porque -como ustedes dicen- yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul. Si yo expulso a los demonios con el poder de Belzebul, ¿con qué poder los expulsan los discípulos de ustedes? Por eso, ustedes los tendrán a ellos como jueces. Pero si yo expulso a los demonios con la fuerza del dedo de Dios, quiere decir que el Reino de Dios ha llegado a ustedes. Cuando un hombre fuerte y bien armado hace guardia en su palacio, todas sus posesiones están seguras, pero si viene otro más fuerte que él y lo domina, le quita el arma en la que confiaba y reparte sus bienes. El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama. Cuando el espíritu impuro sale de un hombre, vaga por lugares desiertos en busca de reposo, y al no encontrarlo, piensa: ‘Volveré a mi casa, de donde salí’. Cuando llega, la encuentra barrida y ordenada. Entonces va a buscar a otros siete espíritus peores que él; entran y se instalan allí. Y al final, ese hombre se encuentra peor que al principio”.

 Lectura espiritual breve

Meditemos en el Evangelio ayudados por estas palabras del Pseudo Macario:

“El Señor entra en un alma fervorosa, hace de ella su trono de gloria, se asienta en ella y allí permanece… Esta mansión que habita su Señor es toda ella gracia, orden y belleza, así como el alma con quien y en quien el Señor permanece no es toda ella orden y belleza. Ella posee al Señor y todos sus tesoros espirituales. Él es el morador, es el jefe. Pero ¡que horrible es la mansión en la que el amo está ausente, en la que el Señor está lejos! Se deteriora, se hace ruinas, se llena de suciedad y desorden. Llega a ser, según una palabra del profeta, un escondrijo de serpientes y demonios (Is 34,14). La casa abandonada la llenan gatos, perros, desperdicios. Y ¡que desdichada es el alma que no puede levantarse de su caída funesta, que se deja arrastrar llegando a odiar a su esposo y arrancar de su pensamiento a Jesucristo! Pero cuando el Señor ve que se recoge, y día y noche busca a su Señor, le llama de tal manera invitándola: «Orad sin parar», entonces «Dios le hará justicia» (Lc 18, 1.7) –lo ha prometido- y la purificará de toda maldad. Será para él «una esposa sin mancha ni arruga» (Ef 5,27). Cree en su promesa; es verdad. Mira bien su tu alma ha encontrado la luz que iluminará sus pasos y el alimento y bebida verdaderas que son el Señor. ¿Todavía te faltan? Busca noche y día, las encontrarás”.

 

Breve meditación personal

– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)

1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?

2.- ¿Cómo ilumina mi vida?

3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?

4.-¿Qué me falta para ser más como Él?

Acción de gracias y peticiones personales

Gracias, Señor, por tu infinito amor, gracias por mostrarme la importancia de mantenerme siempre atento ante las tentaciones del Enenmigo. Ayúdame a luchar siempre contra el pecado y a no descuidarme nunca en mi oración personal y en el combate espiritual. Que tu gracia nunca me abandone y me ayude a acercarme cada día más plenamente a Ti.

Amén.

– (Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones).

 – Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…

Consagración a María

–  Encomendémonos a nuestra Madre rezando:

Dios te salve,
Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve.
A Ti clamamos
los desterrados hijos de Eva;
a Ti suspiramos,
gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros
esos tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro
muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa,
oh dulce Virgen María!
D- Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
T- Para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

+  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

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