Oración del sábado: “Quien me ha visto a mí ha visto al Padre”

Oración del sábado

“Quien me ha visto a mí ha visto al Padre”

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+  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial

Señor Jesús, te doy gracias por tener este momento de oración. Yo sé que Tú me quieres, y quieres que yo te conozca cada vez más. Te pido que me ayudes a escuchar tu Palabra y descubriéndote en Ella, pueda seguirte cada día con más ardor, y cada vez más fielmente.

Acto penitencial

– (Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).

Jesús, perdóname por todas las veces que te he rechazado; en las cosas pequeñas y en las grandes; en lo explícito y en lo implícito; en mis pensamientos, mis palabras o mis acciones. Gracias por tu amor infinito. Gracias por que no ves mi pecado, sino mi corazón arrepentido. Gracias Señor por ser tan bueno conmigo.

Lectura Bíblica según el Evangelio del día: “Quien me ha visto a mí ha visto al Padre” (Juan 14,7-14)

Si me conocen a mí, también conocerán al Padre. Pero ya lo conocen y lo han visto.» Felipe le dijo: «Señor, muéstranos al Padre, y eso nos basta.» Jesús le respondió: «Hace tanto tiempo que estoy con ustedes, ¿y todavía no me conoces, Felipe? El que me ve a mí ve al Padre. ¿Cómo es que dices: Muéstranos al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y que el Padre está en mí? Cuando les enseño, esto no viene de mí, sino que el Padre, que permanece en mí, hace sus propias obras. Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí. Créanme en esto; o si no, créanlo por las obras mismas. En verdad les digo: El que crea en mí hará las mismas obras que yo hago y, como ahora voy al Padre, las hará aún mayores. Todo lo que pidan en mi Nombre lo haré, de manera que el Padre sea glorificado en su Hijo. Y también haré lo que me pidan invocando mi Nombre.

Lectura espiritual breve 

Lee este texto del Santo Papa Juan Pablo II:

La situación del mundo contemporáneo pone de manifiesto no sólo transformaciones tales que hacen esperar en un futuro mejor del hombre sobre la tierra, sino que revela también múltiples amenazas, que sobrepasan con mucho las hasta ahora conocidas… Revelada en Cristo, la verdad acerca de Dios como «Padre de la misericordia» nos permite « verlo » especialmente cercano al hombre, sobre todo cuando sufre, cuando está amenazado en el núcleo mismo de su existencia y de su dignidad. Debido a esto, en la situación actual de la Iglesia y del mundo, muchos hombres y muchos ambientes guiados por un vivo sentido de fe se dirigen, yo diría casi espontáneamente, a la misericordia de Dios. Ellos son ciertamente impulsados a hacerlo por Cristo mismo, el cual, mediante su Espíritu, actúa en lo íntimo de los corazones humanos. (Beato Juan Pablo II, Dives in Misericardia)

Breve meditación personal

– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)

1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?

2.- ¿Cómo ilumina mi vida?

3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?

4.- ¿Qué me falta para ser más como Él?

Acción de gracias y peticiones personales

Gracias Jesús por ayudarme a conocerte a Ti y al Padre cada día más. Gracias por mostrarme como tu Padre, es también mi Padre y escucha mis suplicas. Te pido que me ayudes a responder con generosidad a su amor infinito, amando a mi prójimo, así como Tú y Él me han amado. Gracias Jesús.

Amén

– (Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones).

 – Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…

Consagración a María

–  Pidámosle a María que nos acompañe siempre:

Santa María,
Madre del Señor Jesús y nuestra,
obténnos la presencia vivificante
del Espíritu,
y la gracia de andar siempre
por los caminos de Dios.

+  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

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