+ En el nombre del Padre y, del Hijo, y del Espíritu Santo: Amén.
Oración Inicial
Señor Jesús, Tú que enseñaste con autoridad y sabiduría, ilumíname con tu Palabra de vida para que pueda ser cada día un mejor discípulo tuyo. Que en esta oración, Señor, encuentre el silencio en mi interior para escuchar tu voz, y así pueda seguirla con toda mi vida.
Acto penitencial
– (Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).
Señor Bueno, Tú que no viniste a castigar a los hombres sino a reconciliarnos con tu amor, te pido que perdones mis faltas y pecados, y me ayudes a abrazarme a Ti y así luchar con perseverancia y fortaleza contra el pecado y la tentación. Gracias Señor por tu misericordia y por tu amor.
Lectura Bíblica según el Evangelio del día: “¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te dio autoridad para hacerlo?”(San Marcos 11,27-33)
Y llegaron de nuevo a Jerusalén. Mientras Jesús caminaba por el Templo, los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos se acercaron a él y le dijeron: “¿Con qué autoridad haces estas cosas? ¿O quién te dio autoridad para hacerlo?”. Jesús les respondió: “Yo también quiero hacerles una sola pregunta. Si me responden, les diré con qué autoridad hago estas cosas. Díganme: el bautismo de Juan, ¿venía del cielo o de los hombres?”. Ellos se hacían este razonamiento: “Si contestamos: ‘Del cielo’, él nos dirá: ‘¿Por qué no creyeron en él?’. ¿Diremos entonces: “De los hombres’?”. Pero como temían al pueblo, porque todos consideraban que Juan había sido realmente un profeta, respondieron a Jesús: “No sabemos”. Y él les respondió: “Yo tampoco les diré con qué autoridad hago estas cosas”.
Lectura Espiritual breve
Lee este breve texto del Papa Emérito Benedicto XVI que te ayudará a profundizar el sentido del Evangelio.
Cuando enseñaba, la gente reconocía en sus palabras la misma autoridad divina, sentía la cercanía del Señor, su amor misericordioso, y alababa a Dios. En toda época y en todo lugar, quien tiene la gracia de conocer a Jesús, especialmente a través de la lectura del santo Evangelio, se queda fascinado con él, reconociendo que en su predicación, en sus gestos, en su Persona Él nos revela el verdadero rostro de Dios, y al mismo tiempo nos revela a nosotros mismos, nos hace sentir la alegría de ser hijos del Padre que está en los cielos, indicándonos la base sólida sobre la que edificar nuestra vida. Pero a menudo el hombre no construye su actuación, su existencia, sobre esta identidad, y prefiere las arenas de las ideologías, del poder, del éxito y del dinero, pensando encontrar en ellos estabilidad y la respuesta a la imborrable demanda de felicidad y de plenitud que lleva en la propia alma.
Breve meditación personal
– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)
1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
4.-¿Qué me falta para ser más como Él?
Acción de gracias y peticiones personales
Gracias Señor Jesús, Maestro Bueno. Tú iluminas mi vida disolviendo las tinieblas y llenándome de amor. Te agradezco por este momento de oración y por como sales siempre a mi encuentro. Ayúdame a estar junto a Ti durante este día, y a seguirte con decisión en cada una de las circunstancias concretas de mi vida. Amén
– (Si quieres, puedes hacer pedirle al Señor por tus intenciones.)
– Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria...
Consagración a María
– Termina esta oración rezándole a María.
Salve, Reina de los Cielos
y Señora de los ángeles;
salve raíz, salve puerta,
que dio paso a nuestra luz.
Alégrate, Virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
salve, agraciada doncella,
ruega a Cristo por nosotros.
Que con el auxilio de tan dulce intercesora,
seamos siempre fieles en el terreno caminar.
Amén
+ En el nombre del Padre y, del Hijo, y del Espíritu Santo: Amén.