Oración del miércoles
“Todos comieron hasta saciarse”
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor Jesús, al aproximarse tu venida, te pido que esta oración vaya preparando mi corazón para recibirte con alegría esta Navidad y pueda así experimentar el inmenso amor de Dios que me consuela y fortalece.
Acto penitencial
– (Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).
Te pido perdón Señor por mis pecados cometidos. Ayúdame a confiar en tu amor misericordioso que siempre perdona a quien en verdad se arrepiente. Y así pueda renovarme en la lucha por alcanzar la santidad.
Lectura Bíblica según el Evangelio del día: “Todos comieron hasta saciarse” (Mt 15, 29- 37)
Desde allí, Jesús llegó a orillas del mar de Galilea y, subiendo a la montaña, se sentó. Una gran multitud acudió a él, llevando paralíticos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies y él los curó. La multitud se admiraba al ver que los mudos hablaban, los inválidos quedaban curados, los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista. Y todos glorificaban al Dios de Israel. Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino”. Los discípulos le dijeron: “¿Y dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente?”. Jesús les dijo: “¿Cuántos panes tienen?”. Ellos respondieron: “Siete y unos pocos pescados”. El ordenó a la multitud que se sentara en el suelo; después, tomó los panes y los pescados, dio gracias, los partió y los dio a los discípulos. Y ellos los distribuyeron entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que sobraron se llenaron siete canastas.
Lectura espiritual breve
El Papa Benedicto XVI nos dice:
Invito a todos a abrir el corazón a la Palabra de Dios, en donde Jesucristo aparece como el verdadero alimento, que nutre y sacia los más nobles deseos que anidan en nuestro interior. Que, a ejemplo de María Santísima, encontremos nuestra dicha en cumplir la voluntad de su divino Hijo, y así alcanzaremos aquella luz que no conoce el ocaso, el amor que no defrauda y la esperanza que alienta y consuela. Que el Señor os bendiga y os conceda días llenos de serenidad. En el Evangelio de hoy hemos escuchado el milagro de la multiplicación de los panes, con los que el Señor Jesús alimenta a una multitud hambrienta. Con esto no nos da una receta útil para dar de comer a los pueblos del mundo ni para resolver el drama del hambre. Nos recuerda que no podemos quedar indiferentes ante la tragedia de los que sufren hambre y sed. Nos impulsa a darles de comer, a compartir el pan con los necesitados. Siguiendo a Cristo, debemos ser sensibles a la pobreza de los pueblos. (S.S. Benedicto XVI)
Breve meditación personal
– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)
1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
4.- ¿Qué me falta para ser más como Él?
Acción de gracias y peticiones personales
Gracias Señor Jesús porque a través de tu testimonio me enseñas a vivir la caridad y solidaridad con los necesitados. Y me enseñas que en la Eucaristía puedo alimentarme con el pan que da la vida eterna, y que al recibirlo saciará mi hambre de eternidad.
Amén
– (Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones).
– Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
– Termina esta oración rezándole a María:
Santa María,
ayúdame a esforzarme
según el máximo de mi capacidad
y el máximo de mis posibilidades
para así responder al Plan de Dios
en todas las circunstancias
concretas de mi vida.
Amén.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.