+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor Jesús, yo sé que has muerto y resucitado por mí. Con tu Santo Espíritu me iluminas para ir conociéndote cada día más y así responder al Plan de amor del Padre. Ayúdame en esta oración a cooperar contigo para ser un cristiano cada vez más coherente.
Acto penitencial
– (Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).
Perdón Jesús pues hoy me he olvidado de Ti en algunos momentos. Sé que estas faltas y pecados dificultan nuestra amistad, pero Tú siempre estás saliendo a mi encuentro para perdonarme. Gracias Señor por tu inmensa misericordia, y ayúdame a ser humilde y reconocer cuánto necesito de Ti.
Lectura Bíblica: Jn 16,12-15
Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora. Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo. El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes. Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: «Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes».
Lectura espiritual breve
Reflexiona con las siguientes palabras del Padre Juan José Paniagua:
Cuánto deseamos en la vida conocer la verdad, estar en la verdad. Cuánto detestamos la mentira, que alguien nos engañe. Y es Jesús quien nos trae la verdad. No es solamente que Él la conozca o la posea, sino que Él mismo es la verdad, porque es Dios. Por eso conocer a Dios, es conocer la verdad. Estar en comunión con Dios nos abre los ojos y la inteligencia a la verdad auténtica, a la realidad. Muchas veces queremos imponerle a Dios nuestras decisiones, que se haga como nosotros queremos. Hoy Jesús nos dice que nos deja al Espíritu Santo, al Espíritu de la Verdad. Dejémonos guiar e iluminar por el Espíritu Santo. Él nos permite reconocer lo falso de lo verdadero. Y no sólo eso, sino también nos ayuda a distinguir entre dos bienes, cuál es el mejor, cuál es el que Dios quiere para nosotros. Nos ayuda a discernir el Plan de Dios.
Breve meditación personal
Haz silencio en tu interior y pregúntate:
1.- ¿Confío en Jesús? ¿Creo que Él es la verdad, que por tanto no me engaña ni defrauda?
2.- ¿O hay otras “verdades” que quizá me dan mayor seguridad, sobre las que quiero construir mi vida?
Acción de gracias y peticiones personales
Te doy gracias Jesús por este momento de oración. Te pido que pueda profundizar cada vez más en las verdades que me muestras para mi felicidad. Obtenme, Señor, la fortaleza para cooperar activamente con tú gracia, y así seguir, día a día, la guía de tu Santo Espíritu. Amén.
(Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones).
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
Salve, Reina de los Cielos y Señora de los ángeles; salve raíz, salve puerta, que dio paso a nuestra luz. Alégrate, Virgen gloriosa, entre todas la más bella; salve, agraciada doncella, ruega a Cristo por nosotros. Amén.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.