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Oración del miércoles: “Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad”

+  En el nombre del Padre y, del Hijo, y del Espíritu Santo: Amén.

Oración Inicial

Señor Jesús, yo sé que eres quien me muestra que el Padre está cerca de mí, y con el Santo Espíritu me iluminas para ir conociéndote cada día más. Ayúdame a cooperar contigo en esta oración y poder así, ser un cristiano cada vez más coherente.

Acto penitencial

– (Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).

Perdón Jesús pues hoy me he olvidado de Ti en algunos momentos. Sé que estas faltas y pecados dificultan nuestra amistad, pero aún así siempre estás saliendo a mi encuentro para perdonarme. Gracias Señor por tu inmensa misericordia, y ayúdame a ser humilde para reconocer cuanto necesito de Ti.

Lectura Bíblica según el Evangelio del día: Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad (Jn 17,11b-19)

Ya no estoy más en el mundo, pero ellos están en él; y yo vuelvo a ti. Padre santo, cuida en tu Nombre a aquellos que me diste, para que sean uno, como nosotros. Mientras estaba con ellos, cuidaba en tu Nombre a los que me diste; yo los protegía y no se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para que se cumpliera la Escritura. Pero ahora voy a ti, y digo esto estando en el mundo, para que mi gozo sea el de ellos y su gozo sea perfecto. Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió porque ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno. Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad. Así como tú me enviaste al mundo, yo también los envío al mundo. Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad.

Lectura Espiritual breve

Lee este texto del Padre Juan José Paniagua que te ayudará a profundizar el sentido del Evangelio:

Hoy Jesús nos va a decir una verdad muy importante. No somos del mundo. Hemos sido enviados al mundo, porque tenemos una misión: ahí donde no hay Dios, llevar a Dios. Pero no somos del mundo, somos de Cristo. Es importante recordarlo. Porque la tentación de la mundanidad es frecuente. Puede ser muy sutil, pero podemos terminar convirtiéndonos en uno más del mundo. Ir cediendo, poco a poco, aflojando y pensar poco a poco como el mundo. A veces podemos decirnos: hago estas cosas porque “no tienen nada de malo”. Quizá más bien, la pregunta debiera ser “¿y qué tienen de bueno?”. ¿Son las cosas que Dios quiere para mí? Ser cristiano es ser signo de contradicción, por eso el Señor lo dice con claridad: el mundo los odiará. Es que no hay otra. Pidámosle al Señor, no que nos retire del mundo, porque aquí es nuestra misión. Pero sí que nos guarde del mal, de volvernos mundanos.

Breve meditación personal

– (Haz silencio en tu interior y pregúntate):

1.- ¿Identificas algunas cosas del mundo que están presentes en tu vida y que no te ayudan a acercarte a Dios?

2.- No somos del mundo, pero Dios nos ha enviado al mundo. ¿Cómo puedes ayudar a que vivamos en un mundo más cristiano?

Acción de gracias y peticiones personales

Te doy gracias Jesús por este momento de oración. Te pido que pueda profundizar cada vez más en las verdades que me muestras para mi felicidad. Y también obténme Señor la fortaleza para cooperar activamente con tu gracia, y así seguir, día a día, la guía de tu Santo Espíritu de Amor. Amén.

– (Si quieres, puedes hacer pedirle al Señor por tus intenciones.)

– Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria...

Consagración a María

–  Termina esta oración rezándole a María.

Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien
líbranos de todo peligro,

¡oh Virgen gloriosa y bendita!

Amén.

+  En el nombre del Padre y, del Hijo, y del Espíritu Santo: Amén.

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