Oración del martes: “Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”

Oración del martes

“Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”

+  En el nombre del Padre y, del Hijo, y del Espíritu Santo: Amén.

Oración Inicial

Señor mío, puesto en tu presencia quiero disponer mi corazón para este momento de oración. Envía tu Espíritu Santo para me ilumine y abra mi mente y corazón a todo lo que Tú me quieras decir hoy. Gracias, Señor, por alimentarme con tu Palabra.

Acto penitencial

– (Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).

¿Cuántas veces, Señor, te doy la espalda y me alejo de Ti? Perdóname. Aquí estoy, dolido de corazón, pero profundamente esperanzado en tu inmenso amor y misericordia. Dame la fuerza para seguir el camino de la vida con los ojos siempre fijos en Ti que eres todo amor y perdón.

Lectura Bíblica según el Evangelio del día: “Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido” (San Marcos 10,28-31)

Pedro le dijo: “Tú sabes que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido”. Jesús respondió: “Les aseguro que el que haya dejado casa, hermanos y hermanas, madre y padre, hijos o campos por mí y por la Buena Noticia, desde ahora, en este mundo, recibirá el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres, hijos y, campos, en medio de las persecuciones; y en el mundo futuro recibirá la Vida eterna. Muchos de los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros”.

Lectura Espiritual breve

– (Lee estas breves palabras del Papa Benedicto XVI que te ayudará a profundizar el sentido del Evangelio.)

«Este tema de “dejar” para “encontrar” está en el centro del pasaje evangélico que acabamos de escuchar. Después del episodio del “joven rico”, que no había tenido la valentía de separarse de sus “muchas riquezas” para seguir a Jesús, el apóstol san Pedro pregunta al Señor qué recompensa les tocará a ellos, los discípulos, que en cambio han dejado todo para estar con él. La respuesta de Cristo revela la inmensa generosidad de su corazón: a los Doce les promete que participarán en su autoridad sobre el nuevo Israel; además, asegura a todos que “quien haya dejado” los bienes terrenos por su nombre, “recibirá el ciento por uno y heredará la vida eterna”.

Quien elige a Jesús encuentra el tesoro mayor, la perla preciosa (cf. Mt 13, 44-46), que da valor a todo lo demás, porque Él es la Sabiduría divina encarnada (cf. Jn 1, 14) que vino al mundo para que la humanidad tenga vida en abundancia (cf. Jn 10, 10). Y quien acoge la bondad, la belleza y la verdad superiores de Cristo, en quien habita toda la plenitud de Dios (cf. Col 2, 9), entra con Él en su reino, donde los criterios de valor de este mundo ya no cuentan e incluso quedan completamente invertidos».

Breve meditación personal

– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)
1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como
Jesús?
4.- ¿Qué me falta para ser más como Él?

Acción de gracias y peticiones personales

¡Qué grande eres, Señor! ¡Cuánto me amas! Gracias por tu bondad y por mostrarme el camino. Tú me prometes el ciento por uno si te sigo con fidelidad. Lo quiero hacer, Señor. Quiero encontrar el mayor tesoro y nunca perderlo. Fortalece mi debilidad, anima mi combate y ayúdame a confiar siempre en tu inmensa generosidad.
Amén.

(Si quieres, puedes hacer pedirle al Señor por tus intenciones.)

– Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria...

Consagración a María

– (Termina esta oración consagrándote a María.)

Bajo tu amparo nos acogemos,
Santa Madre de Dios;
no deseches las oraciones
que te dirigimos
en nuestras necesidades,
antes bien líbranos de todo peligro,
¡oh Virgen gloriosa y bendita!
Amén.
+  En el nombre del Padre y, del Hijo, y del Espíritu Santo: Amén.

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