Oración del lunes: “No hay nada oculto que no haya de ser manifiesto”

Oración del lunes

“No hay nada oculto que no haya de ser manifiesto”

+  En el nombre del Padre y, del Hijo, y del Espíritu Santo: Amén.

Oración inicial

Jesús, creo profundamente en Ti y sé que eres la luz que ilumina mi existir. Te pido al iniciar esta oración, que acompañes siempre mis pasos, para que caminando seguro a tu lado, sepa escoger siempre el camino que lleva a la vida verdadera.

Acto penitencial

– (Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).

Soy consciente también Buen Jesús de mis pecados y faltas de amor. A veces escojo mal y tomo el rumbo de la oscuridad del pecado. Te pido perdón de corazón porque confío en tu amor misericordioso, sé que siempre estás dispuesto al perdón y a ayudarme a levantarme cada vez que caigo.

Lectura Bíblica según el Evangelio del día: “No hay nada oculto que no haya de ser manifiesto” (Lucas 8, 16-18).

Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de una cama, sino que la pone sobre un candelero para que los que entren vean la luz. Pues no hay nada oculto que no haya de ser manifiesto, ni secreto que no haya de ser conocido y salga a la luz. Por tanto, tened cuidado de cómo oís; porque al que tiene, más le será dado; y al que no tiene, aun lo que cree que tiene se le quitará.

Lectura espiritual breve

Escuchemos lo que nos dice el papa Benedicto XVI:

Esta asamblea brilla en los diversos sentidos de la palabra: en la claridad de innumerables luces, en el esplendor de tantos jóvenes que creen en Cristo. Una vela puede dar luz solamente si la llama la consume. Sería inservible si su cera no alimentase el fuego. Permitid que Cristo arda en vosotros, aun cuando ello comporte a veces sacrificio y renuncia. No temáis perder algo y quedaros al final, por así decirlo, con las manos vacías. Tened la valentía de usar vuestros talentos y dones al servicio del Reino de Dios y de entregaros vosotros mismos, como la cera de la vela, para que el Señor ilumine la oscuridad a través de vosotros. Tened la osadía de ser santos brillantes, en cuyos ojos y corazones reluzca el amor de Cristo, llevando así luz al mundo. Confío que vosotros y tantos otros jóvenes aquí en Alemania sean llamas de esperanza que no queden ocultas. “Vosotros sois la luz del mundo”. Dios es vuestro futuro. (S.S. Benedicto XVI)

Breve meditación personal

– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)

1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?

2.- ¿Cómo ilumina mi vida?

3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?

4.-¿Qué me falta para ser más como Él?

Acción de gracias y peticiones personales

Gracias Señor porque me has concedido este momento de oración, de encuentro contigo. Ayúdame a ser como una antorcha ardiente que lleve luz a todos los andan extraviados sin encontrar aún que Tú eres el camino a la felicidad. Quiero ser luz, ayúdame a vivir siempre a tu lado.

Amén.

– (Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones).

 – Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…

Consagración a María

–  Termina esta oración rezándole a María.

Gracias Señora Santa María. Gracias por tus muchas bondades y por tus maternales cuidados. Ayúdame para que mi gratitud se convierta en respuesta efectiva de solícito amor y de cumplimiento de tu palabra: «Haced lo que Él os diga». Amén.

+  En el nombre del Padre y, del Hijo, y del Espíritu Santo: Amén.

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