Oración del lunes
“Creo, ¡pero ayuda mi poca fe!”
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Maestro Bueno, te agradezco por tener este momento de encuentro contigo. Ayúdame a disponer mi corazón para escuchar tu Palabra, y pueda seguirla con toda mi vida.
Acto penitencial
– (Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).
Señor, te pido perdón por las veces en que me he alejado de Ti. Soy frágil y pecador, lo reconozco con humildad. Me arrepiento de mis faltas y pecados y te prometo esforzarme por no volver a cometerlos nuevamente. Sé que cuento con tu gracia y que nunca me abandonas. Gracias por tu perdón y por amarme tanto.
Lectura Bíblica según el Evangelio del día: “Creo, ¡pero ayuda mi poca fe!” (San Marcos 9,14-29)
Cuando volvieron a donde estaban los otros discípulos, los encontraron con un grupo de gente a su alrededor, y algunos maestros de la Ley discutían con ellos. La gente quedó sorprendida al ver a Jesús y corrieron a saludarlo. El les preguntó: «¿Sobre qué discutían ustedes con ellos?» Y uno del gentío le respondió: «Maestro, te he traído a mi hijo, que tiene un espíritu mudo. En cualquier momento el espíritu se apodera de él, lo tira al suelo y el niño echa espuma por la boca, rechina los dientes y se queda rígido. Les pedí a tus discípulos que echaran ese espíritu, pero no pudieron.» Les respondió: «¡Qué generación tan incrédula! ¿Hasta cuándo tendré que estar con ustedes? ¿Hasta cuándo tendré que soportarlos? Tráiganme al muchacho.» Y se lo llevaron. Apenas vio a Jesús, el espíritu sacudió violentamente al muchacho; cayó al suelo y se revolcaba echando espuma por la boca. Entonces Jesús preguntó al padre: «¿Desde cuándo le pasa esto?» Le contestó: «Desde niño. Y muchas veces el espíritu lo lanza al fuego y al agua para matarlo. Por eso, si puedes hacer algo, ten compasión de nosotros y ayúdanos.» Jesús le dijo: «¿Por qué dices “si puedes”? Todo es posible para el que cree.» Al instante el padre gritó: «Creo, ¡pero ayuda mi poca fe!» Cuando Jesús vio que se amontonaba la gente, dijo al espíritu malo: «Espíritu sordo y mudo, yo te lo ordeno: sal del muchacho y no vuelvas a entrar en él.» El espíritu malo gritó y sacudió violentamente al niño; después, dando un terrible chillido, se fue. El muchacho quedó como muerto, tanto que muchos decían que estaba muerto. Pero Jesús lo tomó de la mano y le ayudó a levantarse, y el muchacho se puso de pie. Ya dentro de casa, sus discípulos le preguntaron en privado: «¿Por qué no pudimos expulsar nosotros a ese espíritu?» Y él les respondió: «Esta clase de demonios no puede echarse sino mediante la oración.»
Lectura espiritual breve
Lee este texto del Papa Francisco que te ayudará a profundizar el sentido del Evangelio.
Queridos hermanos y hermanas, tenemos que dejarnos impregnar con la luz del Espíritu Santo, para que Él nos introduzca en la Verdad de Dios, que es el único Señor de nuestra vida. En este Año de la Fe, preguntémonos si en realidad hemos dado algunos pasos para conocer mejor a Cristo y las verdades de la fe, con la lectura y la meditación de las Escrituras, con el estudio del Catecismo, acercándonos con asiduidad a los Sacramentos. Pero preguntémonos al mismo tiempo cuántos pasos estamos dando para que la fe dirija toda nuestra existencia. No se es cristiano “según el momento”, sólo algunas veces, en algunas circunstancias, en algunas ocasiones; ¡no, no se puede ser cristiano así! ¡Se es cristiano en todo momento! Totalmente. La verdad de Cristo, que el Espíritu Santo nos enseña y forma parte para siempre y totalmente de nuestra vida cotidiana. Invoquémosle con más frecuencia, para que nos guíe en el camino de los discípulos de Cristo. Invoquémosle todos los días, hagamos esta propuesta: cada día invoquemos al Espíritu Santo. ¿Lo harán? No oigo, eh, todos los días, eh! Y así el Espíritu nos llevará más cerca de Jesucristo.
Breve meditación personal
– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)
1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
4.- ¿Qué me falta para ser más como Él?
Acción de gracias y peticiones personales
Gracias Jesús por esta oración. Gracias por estar conmigo y por ser mi fortaleza. Yo creo Señor en Ti, y en tus verdades, pero muchas veces me cuesta vivir coherentemente la fe. Ayúdame a conocerte cada vez más, a conocer todo lo que nos has querido enseñar para obtener la Vida Eterna, y sobre todo, ayúdame Buen Jesús a ser perseverante en la vivencia de la fe y en el testimonio que dé de ella.
Amén
– (Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones).
– Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
– Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
Santa María,
Madre del Señor Jesús y nuestra,
obténnos la presencia vivificante
del Espíritu,
y la gracia de andar siempre
por los caminos de Dios.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.