plantilla-mividaenxto

Oración del lunes: “Auméntanos la fe”

plantilla-mividaenxto

+  En el nombre del Padre y, del Hijo, y del Espíritu Santo: Amén.

Oración inicial

Señor Bueno, Tú que movido por el infinito amor a los hombres te hiciste uno entre nosotros para reconciliarnos, te pido me concedas el don de tu presencia. Buen amigo, ayúdame a reconocer esa presencia y a estar atento a lo que me quieres decir en esta oración, para que pueda así responder al don de tu amor con mi propia entrega.

Acto penitencial

– (Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).

Señor, Tú me has amado siempre, y yo tantas veces rechazo ese amor con mi pecado. Me arrepiento con sincero corazón y ruego tu misericordia. Por eso, consciente que tu amor es siempre más grande que mi pecado, y que su brillo se manifiesta de manera especial en tu perdón, me acojo a tu gracia para alcanzar con mi colaboración la conversión de mi corazón.

Lectura Bíblica según el Evangelio del día: “Auméntanos la fe.” (Lucas 17, 1-6).

Les dijo a sus discípulos: -Es imposible que no vengan los escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vienen! Más le valdría que le ajustaran al cuello una piedra de molino y que le arrojaran al mar, que escandalizar a uno de esos pequeños: andaos con cuidado. “Si tu hermano peca, repréndele; y, si se arrepiente, perdónale. Y si peca siete veces al día contra ti, y siete veces vuelve a ti, diciendo: “Me arrepiento”, le perdonarás. Los apóstoles le dijeron al Señor: -Auméntanos la fe. Respondió el Señor: -Si tuvierais fe como un grano de mostaza, diríais a esta morera: arráncate y plántate en el mar, y os obedecería.

Lectura espiritual breve

Lee lo que nos dice el Padre Juan José Paniagua:

Hoy el Señor nos hace una invitación muy importante: “Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo”.  Por tanto, en primer lugar, corrige a tu hermano. Porque todos nos equivocamos y necesitamos que alguien nos corrija. Somos hermanos y tenemos que ayudarnos los unos a los otros. Corregir al que se equivoca es una obra de misericordia que todos estamos llamados a vivir. Pero Jesús nos va a dar hoy una clave muy importante para saber cómo hacerlo: “si se arrepiente, perdónalo. Y si peca siete veces al día contra ti, y otras tantas vuelve a ti, diciendo: ‘Me arrepiento’, perdónalo”. El perdón es importantísimo para poder vivir la corrección fraterna. Debe estar siempre llena de misericordia. De otra manera, nos estamos olvidando que lo esencial no es condenar al otro, ni reivindicar una injusticia que nos haya cometido, sino que nuestro hermano se salve. Si la corrección no está llena de caridad y de misericordia, queda llena de nosotros mismos, de nuestro egoísmo.

Por tanto, estamos llamados a corregirnos los unos a los otros, no para hacer justicia personal, ni para vengarnos, sino porque queremos ser santos. Por eso pidámosle ayuda al Señor, porque hacerlo no es fácil, se necesita tener un corazón muy generoso. Los apóstoles se dieron cuenta de eso y por eso le dijeron a Jesús: “Señor, auméntanos la fe”. Para vivir la caridad en esta medida, solos no podemos, necesitamos de la ayuda de Dios, de la acción de su gracia en nosotros.

Breve meditación personal

– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)

1.- ¿Cómo estoy viviendo la corrección fraterna en mi vida?

2.- ¿Cuándo alguien me corrige lo recibo con humildad, procuro arrepentirme y enmendarme?

Acción de gracias y peticiones personales

Te doy gracias, Buen Jesús, porque me amas con un amor cercano y me hablas en tu Evangelio. Por medio de él, me invitas a acrecentar mi fe, a descubrir que es un don que debo pedirte, así como tus apóstoles lo hicieron. Mi corazón anhela responderte y se descubre muchas veces insuficiente para realizar esa respuesta. Señor Jesús, conozco mis fragilidades y limitaciones, conozco también las dificultades de un mundo que rechaza la idea de la entrega generosa para vivir el noble ideal de la vida cristiana; por eso te pido me ayudes: Señor mío, acrecienta mi fe. Concédeme la gracia para ser coherente, y así pueda yo testimoniar nuestra amistad al mundo entero.

Amén.

– (Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones).

 – Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…

Consagración a María

–  Termina esta oración rezándole a María:

¡Oh Señora mía, oh Madre mía!,
yo me entrego del todo a Ti,
y en prueba de mi filial afecto,
te consagro en este día
mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón,
en una palabra, todo mi ser,
ya que soy todo tuyo,
¡oh Madre de bondad!,
guárdame y protégeme como hijo tuyo. Amén.

 

+  En el nombre del Padre y, del Hijo, y del Espíritu Santo: Amén.

Comentarios

Comentarios

Comparte esta publicación

Share on facebook
Share on twitter
Share on linkedin
Share on pinterest
Share on print
Share on email