Oración del jueves
“Tengan sal en ustedes y vivan en paz unos con otros”
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor Jesús, puesto en tu presencia te pido que me ayudes a disponerme a escuchar tu palabra para que, comprendiéndola en la mente, y atesorándola en el corazón, pueda vivirla día a día en la acción.
Acto penitencial
– (Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).
Señor, Tú que eres un Dios misericordioso y que conoces mi corazón, perdona mis pecados, faltas y omisiones. Sé que yo no merezco el perdón, pero también sé que tu amor misericordioso es más grande que mis pecados. Ayúdame, Buen Señor, a ser radical en mi lucha contra el mal y el pecado.
Lectura Bíblica según el Evangelio del día: “Tengan sal en ustedes y vivan en paz unos con otros.” (San Marcos 9,41-50)
Y cualquiera que les dé de beber un vaso de agua porque son de Cristo, yo les aseguro que no quedará sin recompensa.» «El que haga caer a uno de estos pequeños que creen en mí, sería mejor para él que le ataran al cuello una gran piedra de moler y lo echaran al mar. Si tu mano te está haciendo caer, córtatela; pues es mejor para ti entrar con una sola mano en la vida que ir con las dos a la gehenna, al fuego que no se apaga. Y si tu pie te está haciendo caer, córtatelo; pues es mejor para ti entrar cojo en la vida que ser arrojado con los dos pies a la gehenna. Y si tu ojo prepara tu caída, sácatelo; pues es mejor para ti entrar con un solo ojo en el Reino de Dios que ser arrojado con los dos al infierno, donde su gusano no muere y el fuego no se apaga. Pues el mismo fuego los conservará. La sal es buena, pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se lo devolverán? Tengan sal en ustedes y vivan en paz unos con otros.»
Lectura espiritual breve
Lee esta reflexión que te ayudará a profundizar el sentido del Evangelio:
“Si sois lo que tenéis que ser prenderéis fuego en el mundo” Dijo Santa Catalina de Siena. ¿Qué es lo que tenemos que ser? Cristo en el evangelio nos dice qué es lo que tenemos que ser. Somos sal de la tierra y luz del mundo. Eso es lo que somos los cristianos. Por lo tanto, tenemos que tener mucho cuidado de mantenernos en este estado, porque el demonio trabaja duro para que nosotros no sigamos alumbrando y sazonando la vida de las personas a nuestro alrededor. Pidamos a Dios que nos mantenga siempre fieles a nuestras promesas bautismales, por medio de las cuales somos la luz que enfoca la vida de los hombres. Si nosotros no los condimentamos con la sal del evangelio, nadie lo hará.
Breve meditación personal
– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)
1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
4.- ¿Qué me falta para ser más como Él?
Acción de gracias y peticiones personales
Acción de gracias Gracias Señor por este momento de oración. Gracias por iluminar mi vida con tu palabra. Ayúdame a mantenerme firme y perseverante en tu camino para que, testimoniando con mis acciones la luz de tu Buena Nueva, pueda cooperar también yo con tu obra de reconciliación.
Amén.
– (Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones).
– Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
– Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
Santa María,
Madre del Señor Jesús y nuestra,
obténnos la presencia vivificante
del Espíritu,
y la gracia de andar siempre
por los caminos de Dios.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.