Oración del jueves
“Le exigían respuesta sobre muchas cosas y le tendían trampas para sorprenderlo en alguna afirmación”
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor Jesús, hoy me encuentro frente a Ti para hablarte, para encontrarme contigo como amigo se encuentra con un amigo. Te pido que me ayudes a hacer silencio en mi interior para poder abrir mi corazón a tu Presencia y a la acción de tu Espíritu y así seas Tú quien reine en mi interior.
Acto penitencial
– (Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día).
Señor, me encuentro ante Ti, débil, frágil. Reconozco que muchas veces no eres Tú el centro de mi vida. Te pido perdón por todos mis pecados y quiero renovar mi propósito de ser cada día más semejante a Ti. Dame fuerzas Señor, dame tu gracia para que viva cada día más según tu Plan de amor.
Lectura bíblica según el Evangelio del día: “Le exigían respuesta sobre muchas cosas y le tendían trampas para sorprenderlo en alguna afirmación”. (San Lucas 11,47-54)
¡ Ay de ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes sus mismos padres han matado!
Así se convierten en testigos y aprueban los actos de sus padres: ellos los mataron y ustedes les construyen sepulcros.
Por eso la Sabiduría de Dios ha dicho: Yo les enviaré profetas y apóstoles: matarán y perseguirán a muchos de ellos.
Así se pedirá cuanta a esta generación de la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la creación del mundo:
desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. Sí, les aseguro que a esta generación se le pedirá cuenta de todo esto.
¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia! No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden”.
Cuando Jesús salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarlo, exigiéndole respuesta sobre muchas cosas y tendiéndole trampas para sorprenderlo en alguna afirmación.
Lectura espiritual breve
Meditemos en lo que nos dice el el monje y poeta armenio Gregorio de Narek:
Con un temblor lleno de alegría, deseo decir algo sobre los sufrimientos que Tú has padecido por mí, ¡Tú que eres el Dios de todos!
En pié ante un tribunal de hombres que tu mismo has creado,
con una naturaleza como la mía,
Tú no has replicado, Tú que das el habla a los hombres;
Tú no has levantado la voz, Tú que has creado la lengua;
Tú no has gritado, Tú, ante quien tiembla la tierra;…
Tú no has increpado a los que Te conducían a los tormentos de la muerte;
Tú no has puesto resistencia cuando te ataron las manos;
y cuando Te abofetearon, Tú no mostraste indignación;
Cuando Te cubrían de salivazos, Tú no proferías injurias;
y cuando Te golpearon, resistías sin desfallecer;
cuando se burlaban de Ti, Tú no montaste en cólera,
y cuando te vapuleaban, Tu rostro se mantenía sereno.
Lejos de darte un respiro, oh fuente de toda vida,
Te prepararon, para cargártelo, el instrumento de la muerte.
Tú lo recibiste con magnanimidad,
lo cargaste sobre tus espaldas en silencio,
lo llevaste con paciencia;
Tú te cargaste, como si fueras un culpable,
el leño del dolor.”
Breve meditación personal
– (Haz silencio en tu interior y pregúntate:)
1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
4.-¿Qué me falta para ser más como Él?
Acción de gracias y peticiones personales
Señor Jesús te doy gracias por este momento de oración que me das. Te agradezco también por salir a mi encuentro, porque eres Tú quien me busca y me atrae hacia ti. Te pido Señor que me ayudes a vivir la magnanimidad como Tú la vives. Que yo no ceda ante las trampas del enemigo y que afirme, siempre, con mis palabras y testimonio, la grandeza de tu amor.
Amén.
– (Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones).
– Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
– Pidamos la intercesión de María rezando esta oración:
Hay tanto que hacer
y cada quien
tiene su propia tarea
en la gesta
de nuestro tiempo.
Madre Santísima,
intercede para que
yo reciba la fuerza
y el aliciente
para cooperar con la gran tarea
de cambiar este mundo nuestro
poniendo mi grano de arena,
que bien podría
hacer la diferencia. Amén.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.