Compartimos con ustedes algunos extractos de la Catequesis del Santo Padre el día de ayer:
- Así ha de ser nuestra oración: “asidua, solidaria con los demás, plenamente confiando en Dios, que nos conoce profundamente y cuida de nosotros hasta tal punto – dice Jesús – que “hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados. Así pues no tengáis miedo…” (Mt 10, 30-31)”.
- “Con la oración constante y confiada, el Señor nos libera de las cadenas, nos guía para atravesar cualquier noche de cautiverio, que puede atenazar nuestro corazón, nos da la serenidad del corazón para hacer frente a las dificultades de la vida, aun el rechazo, la oposición y la persecución”.
- “La oración constante y unánime es un instrumento precioso también para superar las pruebas que puedan surgir en el camino de la vida, porque estando profundamente unidos a Dios, nos permite también estar profundamente unidos a los demás”.