Este texto de San Juan Pablo II te ayuda a reflexionar en cómo Santa María es un modelo de santidad que nos alienta en nuestro propio camino:
«La Iglesia contempla a María. No sólo se fija en el don maravilloso de su plenitud de gracia, sino que también
se esfuerza por imitar la perfección que en Ella es fruto de la plena adhesión al mandato de Cristo: “Sed, pues, perfectos como es perfecto vuestro Padre celestial” (Mt 5, 48). María es la toda santa. Representa para la comunidad de los creyentes el modelo de la santidad auténtica, que se realiza en la unión con Cristo. La vida terrena de la Madre de Dios se caracteriza por una perfecta sintonía con la persona de su Hijo y por una entrega total a la obra redentora que Él realizó.La Iglesia, reflexionando en la intimidad materna que se estableció en el silencio de la vida de Nazaret y se perfeccionó en la hora del sacrificio, se esfuerza por imitarla en su camino diario».