San Clemente de Roma fue uno de los primeros sucesores de San Pedro como obispo de Roma. Esta es una oración suya que nos llena el corazón de amor a Jesús:
El Señor nos atrajo hacia sí en el amor;
por la caridad que tuvo con nosotros,
Jesucristo, nuestro Señor,
por voluntad de Dios,
entregó su sangre por nosotros,
su carne por nuestra carne,
su alma por nuestra alma.