Examen de conciencia

El Examen como Oración según San Ignacio de Loyola

LA ORACIÓN DEL EXAMEN

*Basado en San Ignacio de Loyola

EL EXAMEN

La “oración del examen” es una manera tradicional para encontrarte con el Señor Jesús en las circunstancias diarias de tu vida. Es más que sólo un medio para ver tus faltas: esta oración busca ayudarte a crecer en conciencia de los movimientos y la acción de Dios en tu corazón, así como, a detectar la acción y las trampas del enemigo, quien busca apartarte constantemente de Dios.

Aunque el examen incluye el reconocimiento de tus deficiencias, su verdadero énfasis  está en el horizonte más amplio de los movimientos espirituales que se dan en tu corazón. Éstos, pueden reconocerse a través de sentimientos y pensamientos, que se pueden traducir en acciones.

Mientras más vayas creciendo en la comprensión de estos movimientos interiores que se dan en tu alma, así como, en las fuerzas espirituales que influencian tus respuestas; más irás disponiéndote para actuar a semejanza  de Jesucristo, e irás viviendo en una mayor libertad de los hijos de Dios.

 

ME DISPONGO PARA COMENZAR A REZAR

En vistas a enfatizar el aspecto “relacional” de esta oración, comienza poniéndote en una posición cómoda, dejando que tus músculos se relajen y tu mente se sosiegue.

Respira profundamente y pide a Dios que te haga  notar su presencia en ti y en tu alrededor. Siente esta presencia y adéntrate en ella.

 

CINCO PASOS PARA LA ORACIÓN DEL EXAMEN

1. ACCIÓN DE GRACIAS

  • Agradece a Dios por su presencia en ti, así como, por los eventos de tu día.

2. PETICIÓN DE LA LUZ

  • Pide al Espíritu Santo que te ilumine con su luz, para que veas lo que Él quiera mostrarte.

3. REVISAR LA PRESENCIA/AUSENCIA DE DIOS

*Nota: no intentes recordar cada minuto de tu día, en este punto tómate tu tiempo para confiar en que el Espíritu Santo iluminará tu memoria.

  • Mira las experiencias que más te resonaron de tu día y tus respuestas a ellas. Focalízate en una o dos, las que más te marcaron.
  • ¿Cuáles fueron tus estados de ánimo, sentimientos, deseos, reacciones, emociones y/o pensamientos predominantes asociados con esas experiencias?
 Considera:
  • ¿Son estos movimientos afectivos y/o pensamientos de Dios?, ¿te llevan o te alejan de Él?

 En particular detente en las:

  • Consolaciones Espirituales: ellas acrecientan tu amor a Dios, esperanza, caridad hacia otros, dolor por tus pecados, alegría interior, silencio, paz, movimientos hacia Dios, te dan un sentido de propósito esperanzador, así como, el no estar absorbido en uno mismo. (cf. Ej. Esp. 316)
  • Desolaciones Espirituales: se experimentan como oscuridad en el alma, cansancio, estar centrado en uno mismo, tener falta de confianza, falta de fe, falta de esperanza y amor, pereza, sequedad, tristeza, peso (te sientes cargado), separación de Dios, pensamientos que te alejan de Él. (cf. Ej. Esp. 317)
  • ¿Cómo han afectado estos movimientos interiores tus acciones?
  • ¿Han sido tus respuestas guiadas por el Espíritu Santo?

 

4. RESPUESTA PERSONAL

En tiempos de desolación espiritual:

Aférrate al gran amor que Dios te tiene.

Reza en contra de cualquier sentido de desolación. Si es que puedes llegar a la raíz, considera alguna acción apropiada y hazla.

Si has sido negligente o pecaminoso de alguna manera, pídele perdón a Dios, pide también la ayuda necesaria y paciencia para que la desolación no influya en tus decisiones diarias y en tus respuestas a tus circunstancias concretas.

 En tiempos de consolación espiritual:

Agradece a Dios por sus bendiciones, comprendiendo que son dones que Él te regala.

Pídele que continúe mostrándote su amor y que te permita ser testimonio en tu alrededor  y en el futuro, sin importar las dificultades que aparezcan.

5. MIRANDO HACIA ADELANTE

¿Qué puedes aprender de tus experiencias? (ej: “Cada vez que hablo con esta persona, me voy enojado y luego me pongo triste. Tengo que aprender cómo…”).

Adelántate a situaciones que pueden venir y pueden ser difíciles, y pide la gracia necesaria para sobrellevarlas con Dios. (ej: Señor, sin importar lo que pase, dame la gracia de amar a mis compañeros de trabajo hoy”.)

ALGUNOS ASPECTOS A TENER EN CUENTA

Busca ir reconociendo los “patrones” que se presentan frecuentemente en tu oración de examen, para ir creciendo en un mayor conocimiento personal. Esto te ayudará a tener perspectiva para tu combate espiritual.

Es recomendado rezar esta oración dos veces al día: al medio día y en la tarde.

La “conciencia espiritual” toma tiempo en desarrollarse. Esta oración es un gran medio para este crecimiento, pero te tomará tiempo aprender cómo hacerla bien.

Es de gran ayuda revisar cómo estás haciendo esta oración con algún guía espiritual que tengas y que sea familiar con esta práctica.

Si quieres un TRIPTICO para imprimir el examen y poder tenerlo a mano, te lo compartimos aquí (parte delantera) y aquí (reverso).
*Traducido y adaptado por hna. Maria José Correa. Autoría: Brothers of Hope.

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