Jesus niños

Evangelio del día: “Quien no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él”

Oración del sábado

+  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial

Señor Jesús, Tú que enseñaste con humildad y verdad, ilumíname con tu Palabra de vida para que pueda ser cada día un mejor discípulo tuyo. Que en esta oración, Señor, encuentre el silencio en mi interior para escuchar tu voz, y así pueda seguirla con toda mi vida.

Acto penitencial

Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.

Señor Bueno, Tú que no viniste a castigar a los hombres sino a reconciliarnos con tu amor, te pido que perdones mis faltas y pecados, y me ayudes a abrazarme a Ti y así luchar con perseverancia y fortaleza contra el pecado y la tentación. Gracias Señor por tu misericordia y por tu amor.

Lectura Bíblica según el Evangelio del día: “Quien no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él” Mc10,13-16

Algunas personas le presentaban los niños para que los tocara, pero los discípulos les reprendían. Jesús, al ver esto, se indignó y les dijo: «Dejen que los niños vengan a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. En verdad les digo: quien no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.» Jesús tomaba a los niños en brazos e, imponiéndoles las manos, los bendecía.

Lectura espiritual breve 

Lee este breve texto del Papa Francisco que te ayudará a profundizar el sentido del Evangelio: 

“Nuestro Dios –precisamente porque es verdadero, porque no es un dios fingido, hecho por manos humanas- prefiere ir por el camino de la humildad, por el que va todo su amor. Ser humildes no significa ir por el mundo con los ojos bajos, no. La humildad verdadera es la que Dios nos enseña, la de María, la de José. Y, sobre todo, la de Jesús, que llega hasta la cruz. Y esta es la regla de oro para un cristiano: avanzar y rebajarse. No se puede ir por otro camino. Si yo no me rebajo, si tú no te rebajas, no eres cristiano. ¿Y por qué debo rebajarme? Para dejar que toda la caridad de Dios venga por este camino, que es el único que Él ha elegido –no ha elegido otro- y que llega hasta la cruz y, luego, al triunfo de la resurrección”. “El triunfo de un cristiano toma esta vía de la humildad. Miremos a Jesús, que comienza a rebajarse en el bello misterio de su concepción. Miremos a María, a José. Y pidamos la gracia de la humildad. Pero de esa humildad por la que pasa la caridad. (…) De hecho, si no hay humildad, el amor queda bloqueado, no puede manifestarse. Pidamos entonces la gracia de la humildad a la Virgen, a San José y a Jesús”.

Breve meditación personal

Haz silencio en tu interior y pregúntate:

1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?

2.- ¿Cómo ilumina mi vida?

3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?

4.- ¿Qué me falta para ser más como Él?

Acción de gracias y peticiones personales

Gracias Señor Jesús, Maestro Bueno. Tú iluminas mi vida disolviendo las tinieblas y llenándome de amor. Te agradezco por este momento de oración y por como sales siempre a mi encuentro. Ayúdame a ser sencillo y humilde como un niño, para que caminando por tus sendas, pueda seguir tu ejemplo y recibir junto a Ti el triunfo de la resurrección.

Amén.

Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…

Consagración a María

Pidámosle a María que nos acompañe siempre:

Salve, Reina de los Cielos
y Señora de los ángeles;
salve raíz, salve puerta,
que dio paso a nuestra luz.

Alégrate, Virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
salve, agraciada doncella,
ruega a Cristo por nosotros.

D: Que con el auxilio de tan dulce intercesora,

T: seamos siempre fieles en el terreno caminar. Amén

+  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

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