Fiesta Angeles de la Guarda
Oración del sábado
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Envía, Señor, tu Espíritu para que me ilumine y me fortalezca. Quiero comenzar este momento de oración poniéndome en tu presencia, reconociendo y agradeciendo el inmenso amor que tienes por mí.
Acto penitencial
Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.
Dame fuerzas, Señor, para ablandar mi corazón que muchas veces es duro y rebelde. Quiero poner toda mi confianza en Ti, como lo hace un niño en su padre amoroso.
Lectura Bíblica según el Evangelio del día: “¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos? ” Mt 18,1-5.10.
En aquel momento los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: “¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?”. Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: “Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos. El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo. Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial.
Lectura espiritual breve
Lee este texto del Papa emérito Benedicto XVI para profundizar en la Palabra de Jesús:
«Jesucristo ha mostrado siempre su predilección por los más pequeños. El Evangelio mismo está impregnado de la profunda verdad sobre el niño. En efecto, ¿qué quiere decir: «Si no os convertís y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos» (Mt 18,3)? ¿Acaso no hace Jesús de los niños un modelo también para los adultos? En los niños, hay algo que nunca debe faltar a quien quiere entrar en el reino de los cielos. Se promete el cielo a todos los que son sencillos como los niños, a todos que, como ellos, están llenos de un espíritu de abandono en la confianza, puros y ricos de bondad. Sólo ellos pueden encontrar en Dios a un Padre y llegar a ser, gracias a Jesús, hijos de Dios. Hijos e hijas de nuestros padres, Dios quiere que todos seamos sus hijos adoptivos mediante la gracia».
Breve meditación personal
Haz silencio en tu interior y pregúntate:
1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
Acción de gracias y peticiones personales
Jesús, te doy gracias por todos los dones que me concedes. Hoy especialmente te agradezco por haberme dado un ángel custodio que me ayuda a seguir tu pasos, a ser sencillo y humilde de corazón. Quiero esforzarme por confiar más en Ti y por vivir según tu ejemplo. Amén.
Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
Termina esta oración rezándole a María:
Acuérdate,
¡oh piadosísima, Virgen María!,
que jamás se ha oído decir
que ninguno de los que
han acudido a tu protección,
implorando tu auxilio
haya sido abandonado de Ti.
Animado con esta confianza,
a Ti también yo acudo,
y me atrevo a implorarte
a pesar del peso de mis pecados.
¡Oh Madre del Verbo!,
no desatiendas mis súplicas,
antes bien acógelas benignamente.
Amén
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.