Oración del jueves
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Oración inicial
Señor Jesús, te doy gracias por tener este momento para estar contigo. Tú sabes cuánto anhelo ser feliz y poder alcanzar la vida eterna. Ayúdame a escucharte en el Evangelio e ilumíname para que este momento de oración me ayude a ser mejor, y sobre todo, a seguirte cada vez más de cerca.
Acto penitencial
Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.
Señor, te pido perdón por todas mis omisiones, por mis faltas y por mis pecados. Estoy arrepentido de todo corazón y te prometo esforzarme por no volver a cometerlos nuevamente. Gracias por tu perdón y por tu inmensa misericordia. Gracias Señor por amarme tanto.
Lectura Bíblica: «Permaneced en mi amor» Jn 15,9-11
«Como el Padre me amó, también yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto».
Lectura espiritual breve
Lee con atención la siguiente reflexión que te ayudará a profundizar el evangelio
Una vez escuché que un amigo comentaba: ¿por qué siempre en las imágenes Jesús sale tan solemne, tan serio? ¿Por qué tan pocas veces se dibuja a un Cristo feliz, sonriente? Sería válido preguntarse: ¿era Jesús una persona alegre? Estoy seguro que sí, porque la alegría es expresión de la bondad. Un corazón bondadoso, irradia alegría. En las Escrituras hay momentos que nos hablan de la alegría de Jesús. Por ejemplo, cuando regresaron los apóstoles de predicar y dice que Jesús se alegró con ellos. O cuando dice que los niños se le acercaban. Sabemos que los niños no se acercan a una persona seria porque se asustan, en cambio sí a una persona alegre.
En el Evangelio de hoy Jesús nos da un testimonio más de su alegría. Hoy nos ha dicho: Les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena. ¡Jesús quiere que nuestra alegría sea plena! Porque la vida del cristiano no es solamente renuncias y penitencias y sufrimientos, ¡es sobre todo alegría! Un cristiano que no vive la alegría es porque algo no está caminando bien.
Jesús nos va a dar la clave fundamental el día de hoy de cómo alcanzarla. ¿Quieres ser alegre? Dos consejos: permanece en el amor de Dios y sigue sus mandamientos. Porque la verdadera alegría brota de estar junto a Jesús, de seguirlo de cerca, de seguir su camino, sus mandatos, que no son una imposición, sino son camino de libertad. Es una alegría que ni siquiera los momentos de dolor y de dificultad la destruyen, sino que la transforman, la transforman en esperanza. Nos busquemos la felicidad en otros lugares donde no está. Sólo en el corazón amoroso de Jesús y por consecuencia en el camino que nos muestra, podremos encontrarla.(Padre Juan José Paniagua)
Breve meditación personal
Haz silencio en tu interior y pregúntate:
1.- ¿Qué me dice el evangelio que he leído?
2.- ¿Cómo ilumina mi vida?
3.- ¿Qué tengo que cambiar para ser más como Jesús?
Acción de gracias y peticiones personales
Gracias Jesús por esta oración. Gracias por estar conmigo y por ser mi amigo. Yo sé que Tú eres el único alimento que da la vida eterna, y sólo en Ti podré ser plenamente feliz. Ayúdame a buscarte siempre, especialmente en tu palabra y en la Eucaristía. Amén.
Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.
Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…
Consagración a María
Pidámosle a María que nos acompañe siempre:
Reina del Cielo, alégrate, aleluya,
porque el Señor, a quien llevaste en tu seno, aleluya,
ha resucitado, según su palabra, aleluya.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.