Jesus Cathopic-Wilta-Mayo

Evangelio del día: «Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo»

Oración del viernes

+  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial

Jesús, creo profundamente en Ti y sé que eres la luz que ilumina mi existir. Te pido al iniciar esta oración, que acompañes siempre mis pasos, para que caminando seguro a tu lado, sepa escoger siempre el camino que lleva a la vida verdadera.

Acto penitencial

Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.

Soy consciente también Buen Jesús de mis pecados y faltas de amor. A veces escojo mal y tomo el rumbo de la oscuridad del pecado. Te pido perdón de corazón porque confío en tu amor misericordioso, sé que siempre estás dispuesto al perdón y a ayudarme a levantarme cada vez que caigo.

Lectura Bíblica según el Evangelio del día: “Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo” Jn 6, 1-15

Después de esto, se fue Jesús a la otra ribera del mar de Galilea, el de Tiberíades, y mucha gente le seguía porque veían las señales que realizaba en los enfermos. Subió Jesús al monte y se sentó allí en compañía de sus discípulos. Estaba próxima la Pascua, la fiesta de los judíos. Al levantar Jesús los ojos y ver que venía hacia él mucha gente, dice a Felipe: «¿Donde vamos a comprar panes para que coman éstos?» Se lo decía para probarle, porque él sabía lo que iba a hacer. Felipe le contestó: «Doscientos denarios de pan no bastan para que cada uno tome un poco». Le dice uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos peces; pero ¿qué es eso para tantos?» Dijo Jesús: «Haced que se recueste la gente». Había en el lugar mucha hierba. Se recostaron, pues, los hombres en número de unos cinco mil. Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron. Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: «Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda». Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. Al ver la gente la señal que había realizado, decía: «Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo». Dándose cuenta Jesús de que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo.

Lectura espiritual breve

Lee lo que nos comparte el Padre Juan José Paniagua:

Algunas veces nos puede pasar que estamos ajustados económicamente y nos toca ahorrar. Con los bienes materiales es así, cuando ahorramos acumulamos más. Porque si gastamos y gastamos en un momento lo material se acaba. Sin embargo, con los bienes espirituales es al revés. Resulta que cuanto más damos, más tenemos. Nunca se acaba, sino crece. Cuanto más amamos, más amor hay en nuestro corazón, cuanto más alegría compartimos, más alegría hay en nuestro interior, cuando más perdonamos, también somos más capaces de aceptar con humildad el perdón. El compartirlos no los agota, sino que los incrementa.

Hoy Jesús nos muestra el milagro de la multiplicación de los panes. El Señor no se guarda nada, sino que se da con generosidad, en sobreabundancia. Porque cuando Dios da, no sólo alcanza y quedan todos saciados, sino que sobra. Por eso la Escritura dice: “Comerán y sobrará”. Por eso todos comieron y luego alcanzó incluso para recoger. Cuando seguimos a Jesús, cuando somos generosos en amar, alcanza hasta para recoger, para que nos llenemos, para que regresemos con nuestros canastos llenos y tengamos más para compartir, ¡es el milagro de la abundancia! Qué difícil es la vida cristiana sin la virtud de la generosidad. Cuánto necesitamos un corazón generoso para ser como Jesús, para alcanzar la santidad.

Breve meditación personal

Haz silencio en tu interior y pregúntate:

1.- ¿Percibo que a veces soy mezquino o egoísta con mi tiempo, con mi servicio, con mis bienes materiales? 

2.- ¿Qué cosas o dones que Dios me ha dado me descubro llamado a compartir con mayor generosidad?

Acción de gracias y peticiones personales

Gracias Señor porque todo lo que haces está lleno del más profundo amor hacia todos nosotros. Gracias porque has venido a alimentarnos, con la comida que sacia nuestro hambre de infinito, que es tu Cuerpo y tu Sangre. Gracias por haberme acompañado en esta oración, hoy y siempre me pongo en tus manos.

Amén

Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…

Consagración a María

Pidámosle a María que nos acompañe siempre:

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, 
vida, dulzura y esperanza nuestra. 

Dios te salve. 
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva, 
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas. 

Ea, pues, Señora Abogada Nuestra, 
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, 
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María. 

Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, 
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Amén

+  En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

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