jesús en la barca

Evangelio del día: “Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán”

Oración del viernes

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

Oración inicial

Jesús, creo profundamente en Ti y sé que eres la luz que ilumina mi existir. Te pido al iniciar esta oración, que acompañes siempre mis pasos, para que caminando seguro a tu lado, sepa escoger el camino que lleva a la vida verdadera.

Acto penitencial

Hago en silencio un breve examen de conciencia de mi último día.

Soy consciente también Buen Jesús de mis pecados y faltas de amor. A veces escojo mal y tomo el rumbo de la oscuridad del pecado. Te pido perdón de corazón porque confío en tu amor misericordioso. Sé que siempre estás dispuesto al perdón y a ayudarme a levantarme cada vez que caigo.

Lectura Bíblica:  “Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán” Jn 21,1-14

En aquel tiempo, Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Y se apareció de esta manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, apodado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: «Me voy a pescar». Ellos contestan: «También nosotros vamos contigo». Fueron pues y subieron a la barca; pero aquella noche no pescaron nada. Estaba ya amaneciendo, cuando Jesús se presentó en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Jesús les dice: «Muchachos, ¿tienen algo para comer?» Ellos contestaron: «No». Él les dijo: «Echen la red a la derecha de la barca y encontrarán». La echaron, y no tenían fuerzas para sacarla, por la abundancia de peces. Y aquel discípulo que Jesús tanto quería le dice a Pedro: «Es el Señor». Al oír que era el Señor, Simón Pedro, que estaba desnudo, se ató la túnica y se tiró al agua. Los otros discípulos fueron en la barca, arrastrando la red con los peces, porque estaban sólo a unos cien metros de la orilla. Al bajar a tierra, ven unas brasas con un pescado puesto encima y pan. Jesús les dice: «Traigan algunos peces que acaban de pescar». Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos, no se rompió la red. Jesús les dice: «Vengan a comer». Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que era el Señor. Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio, y lo mismo hizo con el pescado. Ésta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los discípulos, después de resucitar de entre los muertos.

Lectura espiritual breve

Lee con atención la siguiente reflexión que te ayudará a profundizar el evangelio:

Luego de la muerte de Jesús, los discípulos, a pesar de haber sido advertidos de la Resurrección por el mismo Señor en varias ocasiones, pierden la esperanza. Prueba de esta actitud de derrota es la actitud que toma el apóstol Pedro en el Evangelio que acabamos de meditar. El llamado a ser la Roca en que se sostendría la Iglesia es el primero que toma la iniciativa de “volver a ser el de antes”. En otras palabras, el llamado a ser “pescador de hombres” vuelve al oficio anterior… ser un pescador. ¿Qué sucedió para que Pedro tomara este camino? Tal vez descubría en su interior que el sueño del Mesías había terminado. Tal vez pensaba que no era digno de seguir a Jesús y proclamarlo luego de haberlo negado tres veces. Pero Jesús, el Misericordioso, se acerca en la madrugada luego de una pesca infructuosa para pedir a los discípulos que lancen sus redes de nuevo a la derecha. Y Pedro, al reconocer al Señor con la ayuda del apóstol Juan, se lanza al agua y nada hasta la orilla. Se ha iniciado el camino de la reconciliación y de la esperanza. Pedro toma el lugar del más humilde dentro del grupo de pescadores… al llegar a la orilla es quien se sube a la barca y “saca la red a tierra llena de peces” (Jn 21,11) porque ha empezado a ser más humilde y ha reconocido que el seguimiento de Jesús exige ser “el último de todos y el servidor de todos”. (Padre Alberto Hadad)

Breve meditación personal

Haz silencio en tu interior y pregúntate:

1.- Estamos celebrando la Pascua del Señor, ¿experimentamos la alegría por la Resurrección del Señor?

2.- ¿Qué puedo hacer para crecer en la fe en el Señor que me reconcilia y me llama a vivir lleno de esperanza?

3.- Siguiendo el testimonio de Pedro, ¿estoy dispuesto a servir a los demás con alegría?

Acción de gracias y peticiones personales

Gracias Señor porque todo lo que haces está lleno del más profundo amor hacia todos nosotros. Gracias porque has venido a alimentarnos, con la comida que sacia nuestro hambre de infinito, que es tu Cuerpo y tu Sangre. Gracias por haberme acompañado en esta oración, hoy y siempre me pongo en tus manos. Amén.

Si quieres, puedes pedirle al Señor por tus intenciones.

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria…

Consagración a María

Pidámosle a María que nos acompañe siempre:

 Reina del Cielo, alégrate, aleluya, 
porque el Señor, a quien llevaste en tu seno, aleluya, 
ha resucitado, según su palabra, aleluya.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, 
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amen

+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

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