EXTRACTO AUDIENCIA DEL PAPA FRANCISCO 5 DE JUNIO DE 2013:
“QUE LA IGLESIA SEA UN LUGAR DE LA MISERICORDIA Y DE LA ESPERANZA DE DIOS, DONDE TODO EL MUNDO PUEDA SENTIRSE ACOGIDO, AMADO, PERDONADO Y ALENTADO A VIVIR SEGÚN LA VIDA BUENA DEL EVANGELIO”.
El Papa Francisco reflexionando sobre la Iglesia como Pueblo de Dios quiso responder a 5 preguntas muy concretas:
1. ¿Qué quiere decir “Pueblo de Dios”? En primer lugar, significa que Dios no pertenece de manera propia a ningún pueblo; porque es Él quien nos llama, nos convoca, nos invita a ser parte de su pueblo, y esta invitación está dirigida a todos, sin distinción, porque la misericordia de Dios “quiere la salvación para todos “(1 Tim 2:04).
…¡El Señor también te está llamando a ti a ser parte de su pueblo y lo hace con gran respeto y amor!, ¡El nos invita a hacer parte de este pueblo; pueblo de Dios!
2. ¿Cómo se convierte en miembro de este pueblo? …Es a través del Bautismo que nosotros somos introducidos en este pueblo, a través de la fe en Cristo, don de Dios que debe ser alimentado y hecho crecer en toda nuestra vida. Preguntémonos: ¿cómo puedo hacer crecer la fe que he recibido en el Bautismo?; ¿cómo hago crecer esta fe que yo he recibido y que el pueblo de Dios tiene?; ¿cómo hago para hacerla crecer?
3. ¿Cuál es la ley del pueblo de Dios? Es la ley del amor, amor a Dios y amor al prójimo, según el nuevo mandamiento que nos ha dejado el Señor (cf. Jn 13,34). Un amor, sin embargo, que no es sentimentalismo estéril o algo vago, sino que es el reconocer a Dios como único Señor de la vida y, al mismo tiempo, aceptar al otro como un verdadero hermano, superando divisiones, rivalidades, incomprensiones, egoísmos.
4. ¿Qué misión tiene este pueblo? La de llevar al mundo la esperanza y la salvación de Dios: ser signo del amor de Dios que llama a todos a la amistad con Él; ser levadura que hace fermentar toda la masa, sal que da sabor y preserva de la corrupción, luz que ilumina. A nuestro alrededor, basta abrir un periódico, para ver que la presencia del mal existe, que el Diablo actúa. Pero quisiera decir en voz alta, Dios es más fuerte. …Porque Él es el Señor. ¡Es el único Señor! …La realidad a veces oscura signada por el mal puede cambiar. Si nosotros primero les llevamos la luz del Evangelio sobre todo con nuestra vida. …Hagamos que nuestra vida sea una luz de Cristo. Juntos llevaremos la luz del Evangelio a toda la realidad.
5. ¿Cuál es el objetivo de este pueblo? El fin es el Reino de Dios, iniciado sobre la tierra por Dios mismo, y que debe ampliarse hasta el cumplimiento, cuando aparecerá Cristo, vida nuestra (cf. Lumen Gentium, 9). El fin entonces es la plena comunión con el Señor, entrar en su misma vida divina, donde viviremos la alegría de su amor sin medida. ¡Aquella alegría plena!
…Que la Iglesia sea un lugar de la misericordia y de la esperanza de Dios, donde todo el mundo pueda sentirse acogido, amado, perdonado y alentado a vivir según la vida buena del Evangelio. Y para sentirse recibido, amado, perdonado, animado, la Iglesia debe tener las puertas abiertas para que todos puedan venir y nosotros debemos salir de esas puertas y anunciar el Evangelio.
*Síntesis realizada por Diego Cano