Hoy comenzamos un nuevo ciclo de catequesis sobre el tema de la oración. La oración es el aliento de la fe, es su expresión más adecuada. Como un grito que sale del corazón de los que creen y se confían a Dios.
La esperanza es la virtud teologal por la que aspiramos al Reino de los cielos y a la vida eterna como felicidad nuestra, poniendo nuestra confianza en las promesas de Cristo y apoyándonos…
He dicho que la esperanza es obligatoria; pero no por ello es fea o dura. Más aún, quien la vive, viaja en un clima de confianza y abandono, pudiendo decir con el salmista: “Señor, tú eres mi roca, mi escudo, mi fortaleza, mi refugio, mi lámpara, mi pastor, mi salvación.
Bajo tu amparo es la oración más antigua que se conoce donde se reconoce a la Virgen María como Madre de Dios. Se han encontrado textos griegos donde está presente la oración cuya data bordea el año 250 aproximadamente D.C..
Esta breve oración nos ayuda a disponer nuestra mente y corazón antes de un momento de meditación.
El Benedictus se refiere al Cántico que Zacarías, padre de San Juan Bautista y esposo de Isabel -prima de la Virgen María- realizó cuando recobró el habla después del nacimiento de su hijo.
En tiempos de Coronavirus esta meditación ofrece luces espirituales. Recemos por los enfermos, sus familias y por el personal sanitario.
Al rezar el Gloria le damos gloria a la Santísima Trinidad en sus 3 personas: A Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo.
Les compartimos esta oración a la Virgen del Carmen, en su día, para rezar especialmente en estos tiempos de dificultad: “Tengo mil dificultades: ayúdame.De los
Tradicional oración a San Miguel Arcángel, gran defensor de la humanidad contra el demonio.